PARÁBOLAS Y ALEGORÍAS Por William Marrion Branham
EL SR. CUERVO MIEMBRO DE IGLESIA
Leí una historia hace tiempo, … puede ser que cuadre bien aquí. Un granjero atrapó un cuervo y lo amarró. Y él dijo: “Yo les voy a enseñar una lección a los otros cuervos.”
Así que ató al cuervo por una pata, con un cordón, y el pobre casi se
murió de hambre. Estaba tan débil que casi no podía andar.
Eso es lo que han hecho muchas de estas organizaciones e iglesias al atar a la gente. “Bien, nada más hasta aquí puedes llegar tú. Los días de los milagros ya pasaron.” Sí, están amarrados. Eso es todo. “No hay tal cosa como el Espíritu santo. Él no habla en lenguas como lo hacían antes.”
Él
es Dios. “Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”, Hebreos 13:8,
viviendo en todas las iglesias. Llegaremos a eso después del fundamento
de esta mañana. ¿Ven? Él es Dios el que vive en cada edad de la
iglesia. Él vivirá en toda edad de la iglesia, y vivirá en Su pueblo por
toda la Eternidad. Porque nosotros tenemos Vida Eterna dentro de nosotros, ahora mismo.
Así
que esta denominación lo tenía atado, ¿ven? “Bien, los días de los
milagros han pasado. No hay tal cosa como sanidad Divina”. El pobre cojeaba al grado que estaba tan débil que casi no podía andar.
Y un día pasó por ahí un hombre bueno, y dijo: “Tú sabes, siento mucha lástima por ese pobre cuervo.
Y a pesar de todo, posiblemente él haya estado consiguiendo su maíz,
esa es la única manera que él podía vivir, él tenía que comer algo. Así
que él no distinguía, él solamente estaba consiguiendo maíz”. Así que entonces él tomó su navaja y cortó la atadura del cuervo.
Aquí venían los otros cuervos, pasaron y dijeron: “Vente Juanito Cuervo. Vamos al sur, el tiempo de frío ya viene”.
¿Sabe qué? Ese cuervo solamente llegaba hasta cierto lugar, y é decía: “Yo no puedo hacerlo. No es para nosotros este día. Nosotros no podemos hacerlo”. ¿Ven? Él había estado atado por tanto tiempo, que él creía que todavía estaba atado. ¿Ven?
Así sucede con muchas personas, están atadas con credos y denominaciones de la antigua madre prostituta
de allá, que les dice: “Jesucristo no es el mismo, y no hay tal cosa
como sanidades. No hay bautismo del Espíritu santo. No hay tal cosa como
esa”. Han estado atados por tanto tiempo que aún piensan que están
atados.
El
Hombre bueno, Cristo, dió Su Sangre para lavarnos y librarnos de
nuestro pecado. ¿Qué es pecado? Yo le pido a cualquiera que me diga. ¿Qué es pecado? Pecado es incredulidad. Eso es correcto. “El que no cree ya es condenado”:
Y su pecado es lo único que no le permite ser libre. Es porque Dios le soltó de su incredulidad, pero Ud. está tan atado con credos al grado de que todavía piensa que está atado.
Se está muriendo de hambre, ¿ve?, cojeando diciendo: “Yo soy
Presbiteriano. Yo soy Metodista. Yo soy Bautista. Ellos me dicen que soy
de la Iglesia de Cristo, ‘los días de los milagros han pasado, no hay
tal cosa’’”.
Pobre cuervo hambriento, ¿por qué no despega en esta mañana? ¿Por qué levanta el vuelo? ¡Aleluya! Levántese con las alas del alba. Amén. Eso es. Eso es, hermano, hermana. ¡Oh! ¡Él, a quien el Hijo de Dios ha cortado la atadura, tal es libre en verdad! ¡Sí, señor!
“Bien, mi pastor…” ¡Nada de eso, la Biblia dice que Ud. está libre! Eso es correcto. Ud. está libre.
“Mi iglesia…”
Bien, suéltese de eso; “Nos ha lavado y nos ha soltado de nuestras denominaciones con Su propia Sangre”.
Y nos ha hecho libres para que podamos pensar por nosotros mismos, y
hacer por nosotros mismos, y hablar por nosotros mismos, y actuar por
nosotros mismos.
“Bien, pero si yo fuera con mi pastor y le dijera que tuve que ser bautizado de nuevo, pues él…”
Y ¿qué de: “Ud. está libre”? Esta es una revelación. Uds. saben. Muy bien, ¡Ud. es libre!
Si Ud. ha sido rociado así como con un salero en
el nombre del “Padre, Hijo, y Espíritu Santo”, aquí hay un bautisterio,
listo esta mañana con agua. ¿Ven? Sí, señor, aquello no está correcto.
Así que, Uds. ya no están atados. Uds. están libres, pero quizá no lo saben. Pero déjenme decirles esta mañana, la Biblia dice: “Él nos ha soltado de nuestros pecados, nuestra incredulidad, para que podamos recibir la Revelación de Jesucristo”. ¡Podemos salir libres!... No es aceptar lo que cualquier iglesia dice al respecto. Tomemos lo que Dios dice al respecto. Aquí está Su revelación, revelando Quién es Él.
APOCALIPSIS CAPÍTULO UNO
W.M.B.
W.M.B.
4 de Diciembre de 1960
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