lunes, 18 de noviembre de 2013

PERSEVERANTE Parte 1







Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 
 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, 
diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es 
gravemente atormentada por un demonio. 
 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, 
le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. 
 Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la 
casa de Israel. 
 Entonces ella vino y se postró ante
él, diciendo: ¡Señor, socórreme! 
 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a 
los perrillos. 
 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que 
caen de la mesa de sus amos. 
 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase 
contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora. 
30
 Si pudiera llamar esto un texto, me gustaría hablar por un momento, o por 
unos minutos, mejor dicho, sobre el tema de: 
Perseverancia.
 40
 Pero cuando Dios dice alguna cosa, es perfecto. Él no tiene que cambiarla. 
“Abraham no dudó de la promesa de Dios, por incredulidad; sino que se 
fortaleció, dando alabanzas a Dios, por cuanto sabía que Él era poderoso para 
llevar a cabo, o para cumplir, o para hacer aquello que Él había prometido”. 
Entonces, Si Dios alguna vez es llamado a la escena para tomar una decisión, 
la primera decisión que Él toma, tiene que seguir siempre siendo la misma. 
Jamás puede cambiar. No puede ser alterada, por cuanto Él es infinito. Y todo 
lo que es infinito jamás tuvo un principio o un fin. Así que Él no puede 
retirarla el año siguiente, y decir: “Yo estaba errado”. 
41 
 Y entonces, si esa fue Su decisión, entonces cada hombre que hace esa 
misma, llega a esa misma decisión que Dios tomó por un hombre en base a su 
fe, para creerlo, Él tiene que encontrarse con esa misma cosa cada vez que un 
hombre lo cree. Dios tiene que actuar, cada vez, de la manera que actuó la 
primera vez, o Él actuó mal la primera vez. ¿Y quién puede acusar a Dios de 
actuar mal? Dios siempre tiene que permanecer con Su decisión. 
42
 “¡Si puedes creer!” Ahora, para lograr algo, Ud. tiene que fijarse una meta 
y decir: “Yo creo 
esto
”, y amarrarse de eso, y seguir halando, acercándose más 
a eso, sabiendo que Ud… que está allí, y 
sabiendo que hay algo allí a lo cual 
Ud. va a llegar. 
43
 Como se dijo del muchachito que tenía el cometa, que estaba sosteniendo la 
cuerda en la mano. Él dijo, el hombre le preguntó: “Hijo, ¿qué estás 
sosteniendo?” 
 Él dijo: “Mi cometa”. 
 Él dijo: “Yo no veo nada sino una cuerda”. 
 Él dijo: “Pero hay un cometa en el extremo de ella”. 
 El hombre miró hacia arriba y dijo: “Yo no veo el cometa”. 
 El muchachito dijo: “Yo tampoco”. 
 Él dijo: “Bueno, ¿cómo sabes que tienes un cometa?” 
 Él dijo: “Porque puedo sentirlo halando en el extremo”. 
44
 Bueno, así es la fe. “Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo 
que no se ve”. Mientras que Ud. fije su fe en eso, y luego se ancle en ello, Ud. 
llegará a eso. No importa si puede verlo, o no, Ud. sabe que está allí de todos 
modos. Ud. está tirando de eso, y eso lo está halando a Ud. Y todo hombre que 
alguna vez hizo algo que haya valido la pena, se fijó una meta, y luego fue 
persistente, perseverante, para lograr eso: grandes hombres. 
45
 George Washington, a quien llaman: “El padre de nuestra nación”, cuando 
él llegó a Valley Forge. Después de pasar toda la noche en oración, a tal grado 8 PERSEVERANCIA 
que estaba mojado con la nieve, más arriba de la cintura, arrodillado en la 
nieve, al día siguiente cruzó el río Delaware, lleno de hielo. ¿Por qué? Porque 
él fue perseverante. Él tenía la respuesta. Nada iba a interponerse en su 
camino. Aunque tres o cuatro fusiles… balas de fusil atravesaron su abrigo, 
pero no le hicieron daño. Él trató… Él quería lograr algo, y había orado 
fervientemente al respecto, y fue perseverante. Nada le estorbó. 
46
 ¿Pudieran imaginarse a Noé en sus días, lo perseverante que fue Noé? 
Miren, él era un simple agricultor. 
47
 Y quizás ellos vivieron en un día de mayor investigación científica, que la 
que tenemos hoy, porque en aquellos días ellos construyeron pirámides. Y si 
alguno de Uds. ha tenido el privilegio de estar en la gran pirámide egipcia y 
ver la Esfinge y lo demás, pues, ¡es asombroso ver eso! ¡Cómo pudieron alzar 
esas piedras tan enormes en el aire, casi a la altura de una cuadra, pesando 
ellas miles de toneladas! Nosotros no podríamos reproducir eso el día de hoy. 
No entendemos. Ellos tenían algo. 
48
 Ellos tenían un colorante. Tenían algo con lo cual podían embalsamar un 
cuerpo, que podía hacerlo verse bastante natural por miles de años. Nosotros 
no tenemos ese arte, colorante, y demás, que tenían ellos; fue una gran edad 
científica. 
49
 Pero un día, mientras Noé estaba en el—el campo, quizás arreglando su 
cosecha, Dios se le apareció y le dijo: “Haz preparativos para la salvación de 
tu casa, y construye un arca. Y va llover”. 
50
 Ahora, nosotros sabemos que en el mundo antediluviano no había llovido. 
Y miren, eso no cuadraba con los pensadores científicos de aquel día. Su 
mensaje era contrario. No cabe duda que científicos inteligentes fueron a él y 
le dijeron: “Ahora, fíjese en esto, Sr. Noé. Mire, nosotros tenemos 
instrumentos que podemos disparar hasta la luna, y podemos hacer todos estos 
estudios científicos. Y no hay agua allá arriba. ¿Cómo es que va a caer agua de 
allá, cuando no hay agua allá arriba que pueda caer? Ud. es un tonto. Ud. está 
haciendo algo que es absurdo. Allá arriba no hay agua”. 
51
 Pero Noé podía decir: “Dios dijo que llovería, y eso lo concluye. Dios lo 
dijo”. Él fue persistente por ciento veinte años, ante el mundo científico de su 
día, reclamando aún que su mensaje estaba correcto por cuanto había venido 
de parte de Dios. Él tenía una meta que alcanzar. Él tenía un mensaje que 
llevar, y fue persistente en hacerlo. No importaba lo que dijera el resto del 
mundo, Noé había oído de parte de Dios. Eso era todo lo que a él le importaba. 
Él había escuchado la Voz. Él estaba seguro que era Dios, y estaba preparando 
algo que para el mundo parecía una locura. Pero, sin embargo, Noé sabía que 
Dios cumpliría Su Palabra.
52
 ¿No debería eso ser una lección para nosotros en esta hora? Como Dijo 
Jesús: “Y como fue en los días de Noé, así será en la venida del Hijo del 
hombre”. Un mensaje que para el mundo es una locura. Ellos no lo entienden. 
Pero sin embargo, aquellos que han hecho contacto con el Espíritu Santo, 
saben que Él sí regresará otra vez. 
53
 Puedo ver a la gente a medida que ellos sentían lástima por el pobre Noé, 
acerca de cuánta diversión se estaba perdiendo, y de las cosas que estaban 
sucediendo en el mundo. Pero Noé, aún persistente, se mantuvo firme.


















0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Web Hosting Bluehost