El Milagro de Donny Morton
21 de septiembre de 2013 a la(s) 2:05

Ahora, fijense, amigos, les daré un pequeño cuadro. Yo quiero que Uds. miren aquí sólo un momento. Y denme Uds. toda su atención, porque les voy a dar una parábola, y luego Uds. lo verán.
Ahora, en Selecciones, está escrito allí, yo estaba parado allí, teníamos dos mil setecientas personas esperando que se orara por ellas paradas allí. Uds. lean el artículo. Y un hombre vino de Canadá, y él tenía un muchachito que había estado en la Mayo y el John Hopkins [clínica y hospital respectivamente.–Trad.], una enfermedad seria del cerebro que encogió sus manitas así, de esta manera, y encogió sus piernas hacia arriba, doblándoselas. Y dijeron: “No hay ni siquiera una operación o algo que se puede hacer”.
Así que él lo llevó de vuelta a Canadá. El dijo: “Todavía no estoy derrotado”. Uds. tienen la publicación de Noviembre de Selecciones, y es llamado El Milagro de Donny Morton. Y luego él dijo que el, allí, que el hombre dijo: “Todavía no estoy derrotado, porque yo sé de un sanador de fe llamado William Branham, que hizo a dos de mis amigos que estaban sordos y mudos hablar y oír”.
Y ellos llamaron para tratar de encontrarme en dónde estaba yo, en América todavía. Y yo estaba en Costa Mesa, California. Y es un...El artículo, cuando Uds. lo lean, estén listos para llorar. Simplemente quebrantará su corazón. Cómo él pasó a través de ventiscas de nieve y todo lo demás con el niño. El dijo: “Ten cuidado, Donny”. Dijo: “Mira, no estamos derrotados”. Y el muchachito ni siquiera podía sonreír, casi, él estaba tan enfermo. Dijo: “No estamos derrotados, le vamos a pedir a Dios. Vamos al profeta de Dios y le preguntaremos a él”.
Así que entonces vinieron a través de la nieve. Y finalmente llegaron allí, y la madre venía con ellos, y no tenían suficiente dinero para viajar por avión, así que enviaron a la madre de regreso. Y el muchacho y el papá tuvieron que venirse en un autobús, y ellos habían viajado desde Winnipeg, Canadá, a Costa Mesa, California. Y ellos llegaron allí, sin dinero, y el padre cuenta cómo tenía que cambiarle sus pequeños pañales, un muchachito como de siete u ocho años de edad, perfectamente imposibilitado. Y cómo él...ni tuvo la oportunidad para comer ni nada, y dijo que su muchachito sólo podía oírlo a él hablar. Y él podía saber por la manera que sus ojos miraban, que él estaba tratando de sonreír, Uds. saben. Y saber que él...él le hablaba a él de las diferentes cosas sobresalientes que él iba viendo aquí en América.
Y cuando ellos llegaron allá a California, le dijeron al ayudante de viajes, lo que él vino a ver. El dijo: “¿Viene a ver al Divino qué?” Y con un gran signo de interrogación.
Por supuesto, Uds. pueden imaginarse lo que América dijo al respecto, ¿ven Uds.? ¿Ven?, esos somos nosotros, ¿ven?, “¡Somos tan listos! Sabemos todo, Uds. saben, y no hay ninguna necesidad de decirnos nada. Lo tenemos todo escrito”. ¿Ven?
Así que entonces, así que: “¿Un Divino qué? ¿Vino desde Winnipeg, Canadá?” Bueno, ellos pensaron que era una cosa ridícula.
De todas maneras, el periódico le consiguió un automóvil y lo envió allá. Y él dijo, cuando ellos llegaron a la fila, para tomar turno, dijo que dos mil setecientas personas estaban esperando para que se orara por ellas. Pero dijo, cuando vieron a ese muchachito deformado, y a ese pobre papá con su gorra puesta, su abrigo harapiento, dijo todos se hicieron a un lado y le dieron a él su lugar. Cuando él llegó a la plataforma...
Es en contra de las reglas cambiar una tarjeta de oración. Cada quien debe de venir a la reunión y obtener su propia tarjeta. Si en alguna ocasion Ud. es sorprendido en la fila cambiando tarjetas de oración con alguien más, la tarjeta de oración es rechazada. ¿Ven? Porque Uds. deben de venir a oír las instrucciones y saber cómo recibirla. Eso depende de Uds. Uds. no pueden conseguirla de alguien más. Uds. tienen que venir a conseguirla por sí mismos, así que escuchen. Una persona importante dijo: “Si...Bueno, yo no creo mucho en esta cosa, pero quizás si él me sanara yo...” ¿Ven? y eso causa un alboroto en la plataforma, así que ellos corrigen eso antes que llegue allí.
Así que cuando el muchacho se encaminó o el padre, mejor dicho, se encaminó hacia la plataforma, por delante de la gente, Billy le preguntó por su tarjeta de oración. El no tenía ninguna. Dijo: “Entonces lo siento, señor”. Dijo: “Ud. tendrá que esperar”.
El dijo: “Muy bien”. Dijo: “Yo esperaré”. Dijo: “Entonces yo tomaré mi turno como los otros”. Dijo: “Yo no sabía que tenía que hacer esto”.
Y así que yo estaba hablándole a alguien, yo de casualidad lo oí. Y yo al ver a ese padre irse, dije: “¿Qué es lo que pasa?”El dijo: “El no tenía una tarjeta de oración”.Y algo me dijo: “Regrésalo”.
Así que dije: “Tráiganlo aquí”. Y el padre vino, y las lágrimas corriéndole por su cara, necesitaba afeitarse. Y él se acercó, y allí está lo que dijo Selecciones. ¿Ven? No hice preguntas, pero miré directamente en la cara del niño, le dije al niño de dónde era, qué había estado en la clínica Mayo, y todo respecto a lo que a él le pasaba, cuán enfermo había estado y todo.
Y así que el padre comenzó a llorar, y empezó a irse. Y dijo al empezar a irse de la plataforma, y él volteó, y dijo: “Eso es correcto, señor”. Dijo: “¿Pero mi niño volverá a vivir?”
Yo dije: “No puedo decir eso”. Yo dije: “Un momento”. Yo vi una visión aparecer. Yo dije: “Ud. no querrá creer esto, porque ambos, Mayo y Hopkins, dijeron que esa operación no podía llevarse a cabo en ese cerebro, pero yo le diré qué haga. Ud. mañana, Ud. sólo siga adelante con este niño. Dentro de los próximos tres días Ud. se va a encontrar a una mujer de cabello negro en la calle, y esa mujer le va a preguntar qué es lo que le pasa a ese niño. Y entonces ella va a decirle de algún doctorcito en las afueras de la ciudad por aquí, que puede hacer esa operación, y Ud. no va a querer creerlo, porque esa clínica Mayo lo rechazó y dijo: ‘Es imposible llevarse a cabo’. Pero esa es la única oportunidad que su niño tiene, por medio del poder de Dios, la misericordia de Dios y esa operación. Ahora, si Ud. me cree que yo soy Su profeta, vaya a hacer como yo le digo”. Es como poniendo los higos sobre Ezequías, y demás.El dijo, él volteó y dijo: “Gracias”. Y se fue.
Habían pasado dos días o más, y él iba por la calle un día, y una señora se acercó, dijo: “¿Qué es lo que le pasa a su niño?”
Dijo: “Tiene una enfermedad del cerebro”. Y él continuaba hablando así. “Y, bueno, ellos pensaron que estaba muy mal, Ud. sabe”.
Así que él dijo que sólo en unos cuantos minutos algo aconteció. Ella dijo: “Señor, yo conozco a alguien que puede hacer esa operación”.
El dijo: “Señora, mire: los Hermanos Mayo lo desahuciaron y dijeron que no se podía hacer”. Dijo: “Un hombre por aquí estuvo orando por eso, llamado Hermano Branham”. Dijo: “El hizo una oración por el niño”. El dijo: “¡Un momento! ¿Cabello negro, usando un saco gris?” Dijo: “¡Es ella!” Dijo: “¿Dónde está ese doctor?” Y le dijo a él. Lo llevó allá y el doctor hizo la operación; el niño sanó.
Ahora, eso salió en el Selecciones, ¿ven? Y los Hermanos Mayo me llamaron para una entrevista sobre eso. Dijeron: “Reverendo Branham, ¿qué le hizo Ud. al niño?”
Yo dije: “Nada, yo nunca lo toqué. Yo únicamente dije lo que Dios me dijo que le dijera. El hombre lo obedeció”. William M. Branham.









***** William Marrion Branham, fué y es un profeta de Dios, porque lo que un profeta
dice, perdura hasta que lo que el dijo, tenga cabal cumplimiento, ya que el es la Boca de
Dios, el no habla por su propia cuenta, mas dice solamente lo que Dios le dice que diga ,esa
es la diferencia con aquellos falsos profetas que la biblia dice como identificarlos:
20 - Y si un profeta se atreve a pronunciar en mi Nombre una palabra que yo no le he ordenado decir, o si habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá".
21 - Tal vez te preguntes: "¿Cómo sabremos que tal palabra no la ha pronunciado el Señor?".
22 - Si lo que el profeta dice en nombre del Señor no se cumple y queda sin efecto, quiere decir que el Señor no ha dicho esa palabra. El profeta ha hablado temerariamente: no le temas. ( Deuteronomio 18:20-2 )
21 - Tal vez te preguntes: "¿Cómo sabremos que tal palabra no la ha pronunciado el Señor?".
22 - Si lo que el profeta dice en nombre del Señor no se cumple y queda sin efecto, quiere decir que el Señor no ha dicho esa palabra. El profeta ha hablado temerariamente: no le temas. ( Deuteronomio 18:20-2 )
Queda muy claro entonces , como se diferencia un profeta verdadero de uno falso, ud. solamente vigile, que lo que el dice cuadre con la Palabra de Dios, si es fuera de la Palabra, entonces no le crea. Como tampoco crea toda mentira y calumnia, que falsos hermanos dicen en contra del hno. Branham, solo porque desconocen las escrituras, ó porque sus pastores creen que todos los profetas son falsos, ó porque simplemente un verdadero profeta del señor , les desenmascara toda doctrina falsa y esto no es conveniente para ellos. Dios les bendiga.
E 513
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